Algo que siempre olvidamos antes de ponernos a escribir caligrafía, es que la mano está conformada por huesos y músculos. Es por esto por lo que muchas veces nuestra mano se cansa de escribir, al punto de tener que suspender la actividad ¡créanme lo digo por experiencia! Parece mentira, pero en mis primeros años haciendo caligrafía, sufrí mucho de tendinitis. Es hasta que comprendí que mi mano funcionaba de la misma manera que cualquier otra parte de mi cuerpo. Prácticamente estaba corriendo un maratón, sin calentar ni estirar previamente al ejercicio.

Con los años he ido aprendiendo una rutina de ejercicios que quiero compartir con ustedes